Discriminación Sexual

Desde el principio de la historia, los hombres y las mujeres han estado inmersos en una lucha sin sentido. La creencia de la superioridad del sexo masculino sobre el sexo femenino está arraigada en el subconsciente de millones desde el origen de la civilización. Fuente: http://historiantigua.obolog.com

En el comienzo, la mujer debía ser la que cumpliera las ordenes de los maridos y socialmente estaba excluida. El manejo de la comunidad estaba permitido sólo para los hombres. Así pasaron los años, imperios caídos, países nacientes, monarquías tambaleantes. Llegó la democracia y los estados pero aún en esa instancia, a las mujeres les tocó luchar para ser incluidas en este nuevo sistema.

En nuestro país, recién en noviembre de 1951, las mujeres pudieron participar activamente cuando por fin lograron el voto femenino. Serían iguales que los hombres, todos serían ciudadanos de la misma calidad.

Pero a pesar de ser consideradas como votantes en la mayoría de los lugares, las mujeres se veían perjudicadas en sus puestos de trabajo. Trabajando más por menores salarios. Esta diferencia se sigue manteniendo, una mujer gana menos que un hombre en el mismo puesto de trabajo. En respuesta a estás diferencias y la antigua creencia de la superioridad de los hombres nació en la década del 70, junto al movimiento hippie, el feminismo. Doctrina que desea la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos.

Muchas veces el feminismo es extremo y termina teniendo la misma actitud que el machismo. Estos dos extremos son inútiles lo necesario es entender la igualdad. Más allá del sexo.